Medina Psicología

La psicología perinatal, una nueva mirada hacia las mamás

Nadie menciona la crisis física que sobreviene con la concepción del primer hijo, la excitación de los sentimientos antiguamente enterrados acerca de la propia madre, la sensación confusa de poder y de impotencia, de ser poseída por un lado y de tener al alcance unas fuerzas físicas y psíquicas por el otro, y una sensibilidad acrecentada que puede ser excitante, que puede provocar aturdimiento y extenuación”. Adrienne Rich

La llegada de un bebe supone un cambio psíquico y neurofisiológico en el cerebro materno, una transformación en el padre y una movilización del sistema para la nueva vida que, supone en tanto, todo un reto familiar y personal. Gracias a los cambios neurofisiológicos en el cerebro materno, el embarazo hace posible la aparición del vínculo prenatal, entendido como esa inversión emocional de la energía psíquica de la madre en el bebé para crear un lazo inigualable y protector del desarrollo psicológico posterior. En ese sentido, pese a que se está creando una vida independiente sigue siendo una extensión de la mamá, el feto se siente tanto es sentido por la madre, experimenta placer tanto lo experimenta la madre y estrés y malestar tanto la madre viaje por éstas sensaciones.

Se sabe por diversos estudios que la experiencia emocional antenatal influye en la posterior interacción madre e hijo y en el desarrollo psicoafectivo del mismo. Ante tales revelaciones, en nuestra sociedad actual se ha producido un cambio de concepción de la maternidad y la paternidad, en tanto se aboga por una mayor atención del bienestar en la población y en este periodo vital, la perinatalidad, construyendo una mirada compasiva y consciente. La visibilización del psiquismo materno y del embarazo constituye un acto de cuidado, protección y consecución de bienestar y salud mental de nuestro tiempo para las generaciones futuras.

Análogamente, la psicología perinatal trata aquellos aspectos psicológicos relacionados con el embarazo, el parto y el postparto, para brindar a la madre, bebe y familia los cuidados adecuados y salvaguardar un entorno saludable para el desarrollo de la familia y el recién nacido. Se hace imprescindible nutrir el vínculo desde el propio embarazo para favorecer un embarazo más consciente, centrado en el autoconocimiento y la autoobservacion, que permita atajar las dificultades emocionales que surjan y vivir plenamente las etapas posteriores. En definitiva, cuidarse para poder cuidar.

La salud mental perinatal también importa.

Inmaculada Pérez de Villar Nieto.

Psicóloga sanitaria Col. Nº M-34234

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