Medina Psicología

El Acogimiento Familiar.

“Todo niño necesita alguien que esté loco por él” Urie Broeffenbrenner.

En nuestro país tenemos, según la página web “Infancia en datos” (datos año 2018) del Ministerio de Derechos Sociales, 49985 niñ@s en situación de guarda o tutela. Estos niños y niñas están esperando que aparezca una familia que quiera tenerlos en su hogar y darles una segunda oportunidad.

Y de segunda oportunidad hablamos en el Acogimiento Familiar.

El acogimiento familiar es una medida de protección a la infancia que tiene en cuenta familias o personas disponibles a acoger en el seno de su familia a un niñ@. Estas familias van a ocuparse de las necesidades fisiológicas, cognitivas, sociales y de los valores del niñ@.

Se caracteriza por mantener los lazos y el contacto con su familia de origen a través de un sistema de visitas mediado por un técnico especialista.

Para poder participar en este proceso es necesaria tener la idoneidad acreditada por la Comunidad Autónoma correspondiente, asistir a cursos de formación y cumplir con las condiciones sanitarias, económicas y sociales que determine la Administración.

Como indican J. Barudy y M. Dantagnan (2009), cuando en una familia la parentalidad social (la capacidad práctica de una madre o padre para atender las necesidades de sus hijos) es disfuncional, incompetente y maltratante es cuando se produce daño o sufrimiento a los hij@s, a través de diferentes formas de maltrato: abandono, maltrato físico y/o psicológico, abuso sexual,… Estos padres se caracterizan por establecer un vínculo de apego inseguro y deficiencias en la función nutridora, socializadora y educativa.

Así que cuando se produce el Acogimiento Familiar de un niñ@ tenemos que tener claro el ambiente en el que se ha desarrollado. Dependiendo del daño sufrido, así será su respuesta con los acogedores y su nuevo entorno.

En general suelen ser niños y niñas con un alto deseo de agradar a los demás, mostrándose extremadamente cariñosos, ya que necesitan la aprobación para sentirse queridos. En el entorno familiar se adaptan bien a las normas y son muy complacientes, ya que se encuentran en su círculo de seguridad. Sin embargo en el entorno escolar suelen aparecer conductas disruptivas, bajo rendimiento escolar, llamadas de atención constantes, problemas de relación social…

Otro de los momentos determinantes para estos niñ@s es cuando se realizan las visitas con su familia biológica, las cuales serán determinadas por la administración o vía judicial. Los días previos y posteriores se mueven entre la ansiedad anticipatoria y el aceptar su situación de abandono.

La intervención en el acogimiento familiar debe realizarse desde el acompañamiento familiar, respetuoso hacia todas las partes. Interviniendo poco a poco con el niñ@ y la familia para que pueda poco a poco ir integrando su historia de vida y aceptando su segunda oportunidad.

El acogimiento familiar cambia vidas y las cambia para bien y para mejor. Y no solo para los niñ@s en acogimiento, sino también para aquellos valientes que se decidieron a acoger.

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